ORIGENER PARALELOS

Por: Luis Carlos Emerich

---Es un concierto de obras cuyos tratamientos formales alcanzaron su definición actual tras múltiples etapas de transfiguración durante más de dos décadas, hasta encontrar el espacio museístico idóneo para instalarlas, como un conjunto coral que requería de la gran altura y la luminosidad del ámbito arquitectónico modernizado del Museo Universitario del Chopo, para acentuar, por contraste, su carácter votivo y, por tanto, su aspiración elevatoria.

---Cuatro de las piezas que lo componen son construcciones modulares con materiales de desecho (madera, papel, cartón, alambre, etc.) a base de tableros rectangulares (cuya estructura reticular se replica también en la instalación de elementos de polietileno y en el montaje de videos), que fueron realizadas en paralelo, pero cuyo referente físico original es uno solo: la pira funeraria primitiva. A éste se debe el predominio del negro del carbón vegetal, el gris-blanco de la ceniza y las texturas de materiales calcinados, que si comenzó siendo una manifestación de duelo personal en la última década del siglo XX, hoy se presenta como una metáfora de la sociedad industrial caracterizada por su imparable generación y acumulación de desechos, proyectada desde el contexto ecológico al de la condición del mundo actual. Es decir, Orígenes paralelos es un conjunto sincopado de armazones fúnebres o de recreaciones activas de túmulos arcaicos que, al referirse a la caducidad de la vida, sostiene que la única opción creativa posible ya consiste en reciclar desperdicios, a falta de materia impoluta, para revertir positivamente su pesimismo.

---También, paralelamente a la dilatada construcción del sentido de sus objetos, Héctor de Anda ha ido identificado correspondencias literarias que pronuncien su articulación conceptual, a fin de diversificar tanto sus significados como sus estratos de proyección. Su instalación de una multitud de lienzos de plástico negro pendientes del techo, que en su tratamiento inicial (presentado con el título de Impermeable en una plaza de la ciudad de Guanajuato, durante el Festival Cervantino, 2006) conjugaba materiales degradables y no degradables, y que luego ampliaría espectacularmente tanto sus dimensiones como sus connotaciones en su instalación de bolsas de plástico llenas de basura a lo largo de 90 metros de la reja exterior del Museo del Chopo (Río de plástico, 2009), ahora semeja una especie de procesión luctuosa, pendiente del techo y elevada sobre las cabezas de los espectadores, que traspone su referencia a los personajes femeninos enlutados de Federico García Lorca, a cuya poesía rinde homenaje, a la al actual duelo mexicano por la mortandad causada por la lucha contra el narcotráfico.

---Un enorme tablero ceniciento que recuerda la disposición de los muros de nichos funerarios contemporáneos, tiene su contraparte en un tablero totalmente negro cuyas dimensiones, como las de una construcción ciega, sobrepasan imponentemente la escala humana. Un gran cubo de tableros de madera, apoyado en un solo vértice sobre el piso, y cuyo texturado permite matizar la luz sobre su negrura total, posee en cierto modo la solemnidad del obelisco y, por tanto, su carácter conmemorativo. Esta pieza delicadamente trabajada, que contrasta altamente con un enorme cajón de tablas desgastadas, manchadas por el uso y clavadas al azar, señala la fuente de los materiales del conjunto. El rescate y el reciclaje de los desechos de la valla provisional de una construcción urbana conllevan el propósito de significarlos, ahora en el campo del arte, como un memento mori.

---Así, los videos de acercamientos extremos a un ojo de cada una de casi dos centenares de personas, formando también una retícula rectangular, que al alternarse en grupos de 36 y debido a la inestabilidad tanto de la cámara como de las miradas, bien puede referirse a la actual aprensión multitudinaria de un país en guerra no declarada, que el loop torna virtualmente infinita, pero también a la vivencia artística de las posibilidades de encontrar en el desahucio una motivación esperanzada. De allí que Orígenes paralelos sea, en última instancia, más que una instalación armoniosa de objetos en un espacio que le confiere trascendencia, un recuerdo de la caducidad de la vida que aspira a significarse estéticamente.

---El tema del duelo, que es una constante en toda la obra de Héctor de Anda, no podía ser más pertinente en el México actual, donde las repercusiones de la violencia en la vida diaria son condicionantes ineludibles y, tal parece, crónicas. Sin embargo, el entronque temático de Orígenes paralelos con este tópico es solamente uno entre tantos posibles relacionares con el acontecer mundial percibido como una red de centros de guerra, sea política, económica o social. A esto se debe tanto la amplitud de su discurso como la necesidad personal del artista de plantear su obra como una progresión de reconsideraciones y reelaboraciones de una premisa formal única, tan contundente como rica, que permite redirigir y agudizar su sentido cuantas veces sea pertinente.

---El hecho de que Orígenes paralelos parezca haber alcanzado su clímax y, por tanto, la culminación de un trabajo iniciado hace veinte años, no sólo se debe a que encontró el lugar propicio para que su articulación física confiriera al espacio su gran tensión dramática, sino a que constituye un reflejo del sentimiento de pérdida que sufre cada persona como si fuera como el final de todo, pero que, como la vida, se repetirá cíclicamente.

Serie - Origenes Paralelos